La Embajada de Estados Unidos, a través del Grupo Militar, en unión con el Comando de Ingenieros de la Fuerza Armada de El Salvador, inauguró un espacio de almacenamiento de equipo y dos dormitorios para efectivos militares afiliados a operaciones de paz. Esta actividad se desarrolló en el marco del programa de Fondos Globales para Operaciones de Paz (GPOI, por sus siglas en inglés).
El Grupo Militar de la Embajada ha otorgado $1.5 millones provenientes del GPOI para esta edificación. Con este esfuerzo, se busca ayudar a El Salvador a fortalecer sus contribuciones a Naciones Unidas y contribuir a promover la paz mundial.
El GPOI es un programa de asistencia de seguridad financiado por el gobierno de Estados Unidos, diseñado con la intención de mejorar la capacidad internacional para llevar a cabo con eficacia las Operaciones de Apoyo a la Paz de las Naciones Unidas. (PSO por sus siglas en inglés).
A través de este programa, la Fuerza Armada de El Salvador ha participado siete veces en Operaciones de Apoyo a la Paz de diferentes países.
“La contribución que ha hecho El Salvador, aunque no es grande en tropas, ha posicionado a El Salvador en un puesto diplomático más amplio ante un foro internacional. Esa alta posición facilita el trabajo diplomático en otros esfuerzos del gobierno”, dijo el Jefe del Grupo Militar de la Embajada, Robert Wagner.
“Al recibir estas instalaciones, CEOPAZ asume el compromiso moral y profesional de buscar la excelencia día a día, adiestrando al personal seleccionado, y de esa forma contribuir a la paz y orden internacional”, dijo el Comandante de CEOPAZ, Manuel Antonio Acevedo Lopez.
El entrenamiento que los participantes reciben en las instalaciones del Centro de Entrenamiento de Operaciones de Paz incluye: evaluaciones psicológicas y físicas, logísticas en misiones de paz, derechos humanos, protección de la fuerza y conducción de vehículos blindados.
Las brigadas de paz, que cuentan aproximadamente con cien elementos, se beneficiarán con las nuevas instalaciones, las cuales están diseñadas de acuerdo a sus necesidades.
“Las instalaciones nos sirven de mucho, pasamos más de cuatro meses lejos de casa en entrenamiento, y los momentos de descanso y relajación son mejores ahora”, dijo Isis Matías, una de las primeras tres mujeres salvadoreñas que participarán en un PSO.