Palabras del Embajador Ronald Johnson en la entrega de donativos al Ministerio de Salud

19 de agosto de 2020

Es un gran honor para mí estar aquí esta mañana y hacer le entrega oficial de esta donación para el Ministerio de Salud. Pero antes de hablar sobre la donación del día de hoy, quiero hablar de algo más. Quiero hablar sobre la amistad y la relación que existe entre nuestros gobiernos y nuestra gente. 

Los EE.UU. ha tenido una relación diplomática con El Salvador desde 1863. Eso fue hace 157 años. Esa es una larga historia, y la historia es importante, pero mi siguiente punto es más importante. Hoy nuestra relación es más fuerte que nunca.

Como lo ha afirmado el presidente Bukele en numerosas ocasiones, Estados Unidos es el socio y aliado número uno de El Salvador. Y, sí Estados Unidos es el socio comercial número uno de El Salvador, pero va más allá de eso. Compartimos una visión común en seguridad, democracia y prosperidad económica. Nos unen nuestras culturas y valores compartidos y si eso no es suficiente más de un tercio de las personas en este mundo que se identifican como salvadoreños viven en los EE. UU. decenas de miles de ciudadanos estadounidenses también viven aquí en El Salvador.

Y, este es un punto importante también. Es en el mejor interés de los Estados Unidos que El Salvador sea un país democrático estable, seguro y próspero.

Estados Unidos ha apoyado a El Salvador en sus momentos de necesidad. Y ahora estamos comprometidos a apoyarlos en la lucha contra el coronavirus y en sus esfuerzos de recuperar su economía, ampliar la seguridad ciudadana y crear una oportunidad para que los salvadoreños mejoren su nivel de vida y prosperen aquí en este hermoso país.

Creo que un futuro mejor es posible si trabajamos juntos, pero todos debemos hacer nuestra parte y les pido a todos los que me escuchan hoy que se unan a nosotros para hacer su parte, crean en ustedes mismos y crean en un mejor El Salvador, y busquen la manera de hacer un cambio positivo.

Ahora, volvamos a la donación de hoy. Durante más de 50 años el Comando Sur y el Departamento de Defensa han centrado sus esfuerzos en desarrollar lazos y fortalecer esta alianza con El Salvador, incluyendo una amplia variedad de proyectos sociales y humanitarios. Y quiero agradecer a mi amigo, el almirante Craig Faller, el comandante del Comando Sur, y su representante aquí, el Coronel Bolina, y a su personal por todo el maravilloso trabajo que realizan para ayudar a mejorar la seguridad aquí en El Salvador, pero también por la asistencia humanitaria que proveen y por el apoyo que han dado en casos de desastre en este país y en la región.

Hoy destacamos la donación de más de 1,720 purificadores de agua que estamos entregando ahora, y tres congeladores de alta gama que se entregaron la semana pasada.

Los congeladores van a los principales hospitales aquí en San Salvador, y a San Miguel y Santa Ana, donde se utilizarán para incrementar las capacidades del Ministerio de Salud en sus esfuerzos para realizar pruebas de coronavirus.

Los purificadores de agua serán distribuidos por el Ministerio de Salud a las personas que por los estragos de las tormentas tropicales y han perdido el acceso al agua potable en varias partes del país, entre ellas San Salvador, Sonsonate, San Miguel y Cuscatlán.

Cuando las tormentas tropicales llegaron aquí, yo estaba en Casa Presidencial en una reunión con alcaldes y otros funcionarios gubernamentales para ver cómo podíamos ayudar, incluso antes de que dejara de llover. Y ese mismo día, familias de la embajada de Estados Unidos donaron ropa, ropa de cama y alimentos para ayudar a nuestros amigos salvadoreños. Estoy especialmente orgulloso de eso, no porque fuera una gran donación del gobierno, sino porque fueron personas de la comunidad de nuestra embajada que ayudaron a nuestros amigos salvadoreños.

Estamos aquí desde el principio. Hemos apoyado a ustedes, los salvadoreños incluso mientras nuestro propio país lucha contra el coronavirus. De hecho, después de una llamada telefónica entre el presidente Trump y el presidente Bukele, El Salvador fue uno de los primeros países en recibir un envío de ventiladores mecánicos fabricados en Estados Unidos. Esos ventiladores ya han salvado vidas y más vienen en camino.

Para terminar, déjenme decir esto. Estados Unidos ha apoyado a sus padres y abuelos. Ahora los apoyamos a ustedes y en el futuro, nuestros hijos tendrán una relación sólida y una mejor vida para los ciudadanos de ambos países. El pueblo salvadoreño no tiene mejor amigo que Estados Unidos y juntos construiremos un futuro más seguro y más próspero.

Dios los bendiga a cada uno de ustedes y a sus familias. Dios bendiga a los Estados Unidos y Dios bendiga a El Salvador.