28 de febrero de 2023
Mi padre era profesor de escuela. Daba clases de deportes y matemáticas en la escuela pública a la cual yo también asistí. Era una escuela en un barrio de bajos recursos y era común ver a los jóvenes perder interés en la escuela y meterse en problemas, a veces hasta con la ley. Varios tenían dificultades en sus casas también. Para muchos de estos estudiantes, ser joven era muy, muy difícil.
Mi padre tenía la creencia casi religiosa de que la solución ante todos estos problemas era la escuela.
Mi padre era una persona muy seria y a veces muy estricta. Pero él siempre les decía a sus alumnos que si necesitaban ayuda con las matemáticas, él se iba a quedar más tiempo después de clase para ayudarlos, sin importar cuánto tiempo necesitaran. Mi padre pasaba horas después de la salida dando clases individuales hasta que el alumno entendiera el material. Pero más que eso, mi padre les daba la atención que tanto necesitan los jóvenes.
Él pasaba los recreos jugando basketball con los alumnos. Conocía sus nombres, sabía lo que pensaban, lo que sufrían, lo que anhelaban, y los estudiantes sabían que él los iba a escuchar, en lo que encestaban.
Sé de primera mano el impacto que puede tener un maestro en la vida de sus estudiantes porque lo viví. Vi como la atención, la paciencia, el compromiso, afectaba a los estudiantes, y sé que muchos alumnos de mi escuela se sintieron menos solos por el esfuerzo que hizo mi padre.
Reconocemos que el rol de un profesor es increíblemente importante en la formación de sus estudiantes en todo sentido y es un orgullo apoyarlos en esta misión. El futuro que todos los salvadoreños quieren para su país se empieza a construir aquí. Un futuro próspero y con oportunidades económicas necesita de una fuerza trabajadora educada y capacitada. Un futuro seguro sin delincuencia ni pandillas depende de las alternativas que se les ofrezcan a los jóvenes.
Agradezco a todos los maestros y los padres y las madres de familia que nos acompañan hoy, por su compromiso y dedicación a la nueva generación. Y me siento feliz de lanzar junto a ustedes el Proyecto Innovación Educativa que va a beneficiar a cientos de escuelas como esta al mejorar las habilidades de enseñanza de los docentes, centrándose en la lectura, las matemáticas y el bienestar psicosocial. Sigamos trabajando juntos para que esta generación, y las que vendrán, puedan hacer realidad sus sueños y metas aquí, en El Salvador.
Muchas gracias.